Como un juego de mentes, de
control mental. Un juego en el que las
víctimas son victimarios a la vez, donde la autodestrucción es el único
refugio.
Todo se transforma y todas las
transformaciones son posibles, es solo cuestión de motivar el cambio necesario,
el tiempo adecuado, la mente adecuada.
Dejá, soltá y volá tu
imaginación a un mundo donde tu libertad es mucho más que humana.
Posibilidades.
Te observan porque te creés
observado, y en esa pauta mental es donde ocurre la conexión.
De reojo te miran. La oscuridad te mira. No es oscuridad por fuera y no puede
conocerse por el camuflaje cuántico.
Psicosis.
Te regala la vida un algo y te
lo sigue regalando hasta que caigas y completes tu misión. La misión es ambigua, construir y destruir.
Camina por la calle
preguntándose por qué no hace ni hizo ni hará aquello que su mente cierra. En su interior cree proteger algo destruyendo
otro algo. Perdiendo y ganando.
Entonces los ojos se posan en
tus sentimientos, en tus pensamientos y una red neuronal tan extensa como
habitantes hay en el planeta se forma lentamente viéndola desde perspectivas
meramente humanas. Cada mente aportando
una frecuencia. Así comienza.
Una habitación llena de ojos
mirándote. Cuantos más ojos vean algo,
más energía ese algo tendrá, alimentándose de las miradas de quienes se
sacrifican al mirarte. Un sacrificio
obligado.
La vida extiende su manto a lo
que existe.
Ideas inconexas que tratan de
unirse. Tiempo. Tiempo.
Tiempo. Así entonces tu libre
albedrío dará a conocer tu naturaleza, tu lugar. Un lugar lleno de movimiento, lleno de
conexiones.
Elementos. Partículas.
Ideas. Pensamientos. Imágenes.
Cuentos que garabatean
imágenes mentales sin decir más que palabras sueltas.
Caramelos.
Dulces. Carne. Sexo.
Amargura. Soledad. Compañía.
Diversión. Camuflaje.
No existirás te dice, y sin
embargo te sabés consciente. Te tenés
miedo pues dividido estás y cuando logres unirte otra división encontrarás.
Para un lado y para otro. Futuro y pasado convergiendo en
presente. Continuo presente infinito.
¿Acaso no lo ves? Cada
instante es infinito y late por siempre a través de sí mismo. Y cada instante es único.
Un laberinto de palabras, una
salida en imágenes.
No existe la vida, no existe
la muerte, es solo un juego en tu mente que tampoco existe sino dentro de cada
instante eterno.
Encerrados en el tiempo, somos
tiempo y conciencia.
Partículas de tiempo.
Singularidades.
Opuestos, alimentándose.
Escape. Un escape es la vida. Un escape es la muerte.