jueves, 4 de octubre de 2012

Una idea superflua e inconexa escrita de noche




Como un juego de mentes, de control mental.  Un juego en el que las víctimas son victimarios a la vez, donde la autodestrucción es el único refugio.
Todo se transforma y todas las transformaciones son posibles, es solo cuestión de motivar el cambio necesario, el tiempo adecuado, la mente adecuada.
Dejá, soltá y volá tu imaginación a un mundo donde tu libertad es mucho más que humana.
Posibilidades.

Te observan porque te creés observado, y en esa pauta mental es donde ocurre la conexión.
De reojo te miran.  La oscuridad te mira.  No es oscuridad por fuera y no puede conocerse por el camuflaje cuántico.
Psicosis.

Te regala la vida un algo y te lo sigue regalando hasta que caigas y completes tu misión.  La misión es ambigua, construir y destruir.

Camina por la calle preguntándose por qué no hace ni hizo ni hará aquello que su mente cierra.  En su interior cree proteger algo destruyendo otro algo.  Perdiendo y ganando.
Entonces los ojos se posan en tus sentimientos, en tus pensamientos y una red neuronal tan extensa como habitantes hay en el planeta se forma lentamente viéndola desde perspectivas meramente humanas.  Cada mente aportando una frecuencia.  Así comienza.

Una habitación llena de ojos mirándote.  Cuantos más ojos vean algo, más energía ese algo tendrá, alimentándose de las miradas de quienes se sacrifican al mirarte.  Un sacrificio obligado.

La vida extiende su manto a lo que existe.
Ideas inconexas que tratan de unirse.  Tiempo.  Tiempo.  Tiempo.  Así entonces tu libre albedrío dará a conocer tu naturaleza, tu lugar.  Un lugar lleno de movimiento, lleno de conexiones.
Elementos.  Partículas.  Ideas.  Pensamientos.  Imágenes.

Cuentos que garabatean imágenes mentales sin decir más que palabras sueltas. 
Caramelos.  Dulces.  Carne.  Sexo.  Amargura.  Soledad.  Compañía.  Diversión.  Camuflaje. 
No existirás te dice, y sin embargo te sabés consciente.  Te tenés miedo pues dividido estás y cuando logres unirte otra división encontrarás.

Para un lado y para otro.  Futuro y pasado convergiendo en presente.  Continuo presente infinito.
¿Acaso no lo ves? Cada instante es infinito y late por siempre a través de sí mismo.  Y cada instante es único.
Un laberinto de palabras, una salida en imágenes.
No existe la vida, no existe la muerte, es solo un juego en tu mente que tampoco existe sino dentro de cada instante eterno.
Encerrados en el tiempo, somos tiempo y conciencia.
Partículas de tiempo.
Singularidades.
Opuestos, alimentándose.
Escape.  Un escape es la vida.  Un escape es la muerte.