lunes, 10 de septiembre de 2012

Una pausa (lluviosa) entre invierno y primavera


PAUSA

Caminando, con la vista cambiada y el espíritu vivo, encuentro sin buscarla una pausa (lluviosa) entre invierno y primavera.  Es el año 2012 y el agua está por todo Buenos Aires.
En un ciber, donde hay mujeres de un sábado entre la tarde y la noche, un hola irrumpe en la pantalla.  Hay hormonas por todas partes, y el monitor proyecta a 60 Hz en mi mirada otro espacio, otra pausa.  Alejada, en un intento de vivir sobreviviendo, comunica sus vivencias.

Vi el espacio y
Casi sin dudarlo
Me metí.
Inundado,
Sin proyectar fantasía,
Proyecté mi pausa.

Y en dos intentos especulatorios
En unas horas me vi con ella

Llovía.

Disertamos observando.  Compartimos acercando, cuando entonces, en la cama, sin dormir, nos besamos.  Nos tocamos.  Nos desnudamos.
Nos cogimos sin remedio.
Un viernes en la noche.

Llovía.

No recuerdo mucho ahora, fueron emociones exploradas con vino, sensaciones exploradas con las manos.
Nos seguimos viendo, y cada vez, cumplíamos.
Sexo.  Sexo.  Buen sexo.  Lindo sexo.  Emocionante.  Cómplice.  Violento. Pausado.  Conversado.  Placentero. Placentero.  Cercano.
Distante.

Una pausa (copiosa) entre invierno y primavera.

La vida.  Proyectando mi ser en mí.


INVIERNO

Fue literal el invierno; habiendo visto en un par de ojos encandilamiento, aproveché la obviedad de los hechos y bien directos fuimos.
Nos vimos, hablamos, caminamos.  Nos sentamos, hablamos, nos besamos.  Nos despedimos.
Nos encontramos.  Con vergüenza comenzamos.  Nos fuimos soltando, cumpliendo formulamientos.  Nos satisficimos.
Algo intercambiamos.
Cogimos, abusamos.
Ofrecía mientras ya sabía el contenido, de antemano, el comienzo y el final.
Sin mucho interés mayor al de la satisfacción, la realización.  Fue encontrada brevemente entre encuentros espaciados.
Y un momento pasó en que advertí otro interés en ella.  Seguí porque quería satisfacción; y en un encuentro se percató de sus propios ojos.
Se fue.  Despersonalización.


PRESENTE

Lo mismo ocurrió en la pausa (placentera) entre invierno y primavera.
Despersonalización.
Nos damos cuenta del presente y advertimos realidades.  Las vivencias viven por sí mismas y nos incluyen en su historia que es presente.
Falta aun para la primavera, no se si esto es una pausa dentro de una pausa.
La vida sigue siempre en marcha, en un camino vivo hacia delante. 
El tiempo arrastra a la velocidad del tiempo.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno adviertes cosas de uno, uno ve su propia mirada, uno proyecta en los otros esas cosas. pero cómo puede haber certezas entre la incertidumbre del propio alma???? yo no sé porque además no creo, en la cumbre de mi nihilismo, y no me gusta.

Anónimo dijo...

Como sabe el otro si es, fue o será una pausa?

Anónimo dijo...

Porque el otro es parte, parte que decide...

Anónimo dijo...

y si ese uno decide..pero sin querer decidir...o porque es lo que le queda...porque no queda otra cosa que hacer...

the diarist dijo...

la vida sigue siempre en marcha, en un camino vivo hacia delante

Anónimo dijo...

Retomo (y pido perdón por meterme en una conversación que no es la mía, hacha la salvedad):

"Anónimo dijo...
Como sabe el otro si es, fue o será una pausa?"

Supongo que esas cosas nunca se saben, uno nunca sabe realmente qué significa para el otro... También supongo que en eso reside una de las partes más emocionantes de la vida. Nada es seguro, y menos respecto a sentimientos...