miércoles, 11 de mayo de 2011

sin voltear

se aproximan las palabras al papel, queriendo desencadenar la verborragia, queriendo dar sentido a su propio uso.
casi inutilmente el despertar desespera, pues avivada quedó la llama con el soplo de tu cuerpo; aunque la falta de constancia da silencios entre el contacto de sonidos.
no hay canción desesperada, hay canción animal enjaulada
el susurro, tus piernas, tu calor.
el deseo, la falencia, la desconexión.
un contacto que peligra

cuando la vida escribe un párrafo y el destino manifiesta que es tiempo, el sendero se insinúa...



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