Me desperté, y tu figura me saludó con un buen día, mientras dejaba pasar el saludo a través de mis ojos, y en un mar dulce mi espíritu se puso a divagar.
Así son las cosas, el día espera con los brazos abiertos para dejarse seducir por el panorama que proponga el baile más tentador.
Entonces escondí mi mano izquierda recuerdo, y con eso quizá cambié el rumbo de los hechos.
Cambio la historia si me pongo a pensar, si me pongo a bailar, cada vez que la música suene, cada vez que el alma se agote en cada paso, nombrando sentimientos y actuando al instinto.
Amo el sol, amo la lluvia, y me separo de su piel, para escuchar otra voz y amar en círculo
¿Quién se va y quien se queda?
Ninguno de los dos, es la tercera unión la que sobrevive
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